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1° prompt:

b o d i e s     o n     t h e     s t r e e t

1 ° provocación:

c u e r p o s     e n      l a     c a l l e

Bodies on the streets / Cuerpos en la calle

The body is less an entity than a living set of relations; the body cannot be fully dissociated from the infrastructural and environmental conditions of its living and acting (Butler 2015:65).

 

Thinking about bodies in the streets can lead us on a number of paths, and the contributions in this section point to three perspectives in particular: bodies in transit; the vulnerability of bodies; and the power of bodies in assembly.

 

Bodies in transit: the streets can be both social spaces and spaces of anonymity. Pausing to think about the mundane aspects of bodies transiting the streets allows us to reevaluate our daily navigation of those spaces, to consider how the mundane can be political/ precious/ constitutive of our subjectivities.

The vulnerability of bodies: then again, our everyday experiences of the streets are unequal, and determined by our gender, race, class, and other axes of social difference. For women and gender nonconforming people, the mere act of being in certain spaces at certain times can be dangerous and an act of defiance at the same time.

 

The power of bodies in assembly: it is in the streets and in the squares that the people come together to demand and enact change. In the UK it is the longstanding tradition of civil disobedience, and the ethos of subcultures that reclaim the streets in daring acts of joy. In Argentina it is the anarcho-syndicalist spirit of the early 20th century, and the tradition of human rights activism that emerged as a result of the last civic-military dictatorship, as the silhouettes of the disappeared were traced on the streets.

 

The streets are sites of assembly, and the political act is found in the relational space in between bodies (Butler 2011).

 

Paula Serafini

References

Butler, Judith (2011) ‘Bodies in Alliance and the Politics of the Street’, European Institute for Progressive Cultural Politics. www.eipcp.net/transversal/1011/butler/

en. Accessed 13 April 2013.

Butler, Judith (2015) Notes toward a Performative Theory of Assembly, Cambridge,

MA: Harvard University Press.

 

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El cuerpo es menos una entidad que un conjunto viviente de relaciones; el cuerpo no puede ser completamente disociado de las condiciones infraestructurales y ambientales de su vida y su actuar (Butler 2015: 65).

 

Pensar en cuerpos en las calles nos puede llevar por una serie de caminos, y las contribuciones en esta sección apuntan a tres perspectivas en particular: cuerpos en tránsito; la vulnerabilidad de los cuerpos; y el poder de los cuerpos en asamblea/conjunto.

Cuerpos en tránsito: las calles pueden ser tanto espacios sociales como espacios anónimos. Detenernos a pensar sobre los aspectos triviales de cuerpos transitando las calles nos permite reevaluar nuestra navegación diaria de esos espacios, considerar cómo lo trivial puede ser político/precioso/constitutivo de nuestras subjetividades.

La vulnerabilidad de los cuerpos: aun así, nuestras experiencias diarias de las calles son desiguales, y determinadas por nuestro género, raza, clase, y otros ejes de diferencia social. Para las mujeres y géneros disidentes, el solo acto de estar en ciertos espacios en ciertos momentos puede ser peligroso y un acto de rebeldía al mismo tiempo.

El poder de los cuerpos en asamblea: es en las calles y en las plazas que la gente se une a demandar y producir cambios. En el Reino Unido es la vieja tradición de desobediencia civil, y la energía de las subculturas que reclaman las calles en atrevidos actos de alegría. En Argentina, es el espíritu anarcosindicalista de principios del siglo 20, y la tradición de derechos humanos que emergió como resultado de la última dictadura cívico-militar, mientras se trazaban las siluetas de les desaparecides en las calles.

Las calles son sitios de asamblea, y el acto político se halla en el espacio relacional entre los cuerpos (Butler 2011).

Paula Serafini

Referencias

Butler, Judith (2011) ‘Bodies in Alliance and the Politics of the Street’, European Institute for Progressive Cultural Politics. www.eipcp.net/transversal/1011/butler/en. Accessed 13 April 2013.

Butler, Judith (2015) Notes toward a Performative Theory of Assembly, Cambridge, MA: Harvard University Press.

Prompt / Provocación 1

AMY CORCORAN  / LIFE AND DEATH

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I wanted to celebrate the actions of protesters who are staging a 'die in' in the image. They use their bodies to block roads, at personal risk to themselves, in the hope that their actions will prevent weapons arriving to the ExCel Centre in East London, and that the arms fair will be disrupted, or hopefully cancelled. These weapons will be sold (including to dictatorships and oppressive regimes) and used overseas, often in ways which violate the standards that the UK government alleges to uphold. The power imbalance here is overwhelming, yet these protesters continue to use what they have - their bodies, in roads - to huge effect. Much of the media paints protesters in an extremely negative light, so in this painting I wanted to celebrate them, I wanted to show the life and energy they bring to their actions, which is in complete contrast to what they have lain down to represent: death as a result of these weapons. I decided to not depict the protesters' surroundings, focusing on them, and opening out the image to represent and celebrate all people who put their bodies in streets in the hope of affecting change.

CHRIS GARRARD / WHO IS THIS HAPPENING TO?

Who is this happening to?

Why's it happening?

Where is it happening?

Where are you taking them to?

Why aren't you answering?

This isn't happening.

 

The bodies on the tarmac,

To the bodies on the ground.

I heard the lights coming

Lay your body - down.

STRATEGIC OPTIMISM FOOTBALL / RULES OF THE GAME

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HUGO VIDAL / NOS TIRAN

Registro del afiche que refiere a los acontecimientos de diciembre 2017 - manifestaciones ante el tratamiento de la reforma previsional yseguidas por represión policial-  en la Ciudad de Buenos Aires:

12 círculos como los perdigones de las balas de goma. La disposición de los círculos no es azarosa, surge de revisar imágenes de los cuerpos agredidos y de consultar manuales de uso de esas municiones.

AGUSTÍN RINCÓN MÉNDEZ / EL SÍNDROME DE DIÓGENES

Escribir sobre los cuerpos en la calle, es un asunto complicado. Muy fácilmente se puede caer en vicios y clichés personales, hacer una mezcla entre teoría y poesía,  como algo de un Bachelard wannabe, algo que solo un francés podría hacer bien (y solo un francés podría apreciar bien). Sin embargo, habiendo salido de mi natal Maracaibo, mi rural Maracaibo; incluso habiéndome reubicado en una urbe cosmopolita como es Buenos Aires, la verdadera experiencia de la calle en Latinoamérica tiene más que ver con Bad Bunny que con cualquier cosa.

No es que yo lo quiera invocar o me parezca que necesita más distribución el señor Bunny ni ninguno de esos, pero el tema es el tema. Mi educación y supongo que hasta un punto mi misantropía, me permitieron vivir desde niño en una burbuja. Cuando la realidad es que en el mundo real, en la calle, si no soy yo el que habla  de John Cage, nadie lo menciona, ¡es como si ni supieran quien es!

De hecho, no tengo la evidencia a  mano, pero estoy bastante seguro que casi todas las conversaciones sobre anti teleología, semiótica o anarquismo comunitario ocurren casi exclusivamente en aulas de algún tipo, y peor aún, al parecer es por decisión propia de cada uno de esos cuerpos en la calle, suficiente de esos cuerpos para armar la mayoría.

Es todo muy sospechoso cuando uno lo piensa: la complejidad del sistema digestivo, del sistema límbico, el lenguaje, la paradoja del libre albedrío, todo ese esfuerzo evolutivo y resulta que el sentido de la vida es el placer; comer-cagar-coger, el placer individual, el biológico, el placer social.

 

Tal vez estoy un poco viejo, me crece la panza más rápido que la nariz y ya fue, tener cojones también es cool, la verdad no me parece tan mal, los cuerpos en la calle son lindos y casi todos lo que piden es compasión y afecto. Yo me la banco, me la re-banco, a lo último un amante y un extraño son casi la misma cosa, todo es cuestión de límites, encontrar el litoral donde me permito ser un extraño para mi mismo frente a otro.

 

Para eso es el espacio público, ¿para qué resistir? ¿Por qué no permitir que el reggaeton me atraviese?, si Dios es lo que es, ¿Por qué no ser uno con dios?. Sin sarcasmo ni nada, ponerle el pecho sin intentar volver el mundo a mi visión delirante, perrear en la calle, hacer de la vida una plétora de twerking expansiva, hasta que desaparezca un cromosoma y me vuelva down ...no estoy seguro de poder… en verdad detesto el reggaeton.

 

Yo hago otro tipo de twerking, soy una especie de acumulador afectivo, me gusta mirar y conservar la basura de los otros. Así como un cirujano entra en el cuerpo con un bisturí, yo utilizo la mirada para perforar la presencia del otro, su piel. Me gusta leer la basura como la página de un diario íntimo, o una bandeja de entrada, o el perfil de facebook de una amante. Es un poco creepy, lo sé. Cuando encuentro una fotografía en la calle olvido mi nombre y mi apellido, me disuelvo para existir de otro modo, desde otra territorialidad afectiva.

Empecé a conocer la calle cuando tenía 12 años. Antes de eso, era según madre, el espacio inseguro donde las peores atrocidades habían ocurrido y por eso debía tener cuidado. Tal vez tenía razón, a menudo tenía la razón de uno u otro modo y eso me hubiera bastado, de no ser porque la experiencia de la calle me enseño que tener la razón más a menudo que no, suele ser irrelevante. La verdad de los cuerpos abarca más que las decisiones y sus consecuencias. Al final la ideología sólo sirve para amortiguar el miedo y la pereza, lo que se ve en la calle, son personas buscando un analgésico y como yo también soy un drogadicto, me limito a mirar y decir; estos son algunos cuerpos he visto:

  • Una muchacha gorda leyendo “La náusea” recostada en la pared de un Mc Donalds.

  • Una mujer amamantando a un bebé en la calle, no era un acto subversivo, era indigente.

  • Una niña ciega que había estudiado fotografía antes de aprender a leer siquiera.

  • Una muchacha coja que se había desquitado de su mal karma con toda la gente que la había querido.

  • Un peluquero homosexual que trataba de besarme mientras me desmayaba porque le había recordado a su hermano.

  • Una mujer tan desesperada por amor que hubiera aceptado cualquier tipo de tortura a cambio de compañía.

  • Un hombre con una cicatriz en la cara tan grande que al solo verla uno podría perdonar cualquier pecado.

  • Un hombre leyendo un libro de psiquiatría en un basurero.

  • Un rapero de subte al que se le quedó el pie atrapado en las puertas y de la vergüenza se puso a llorar.

  • Un hombre que se hizo cargo de los hijos de una mujer siempre y cuando ella rompiera todo contacto con su deseo y su subjetividad.

  • Un transexual que utiliza su identidad sexual para justificar ser mala persona.

  • Una señora que curó el malestar muscular de un hombre con un baño de hierbas y un hombre que se dejó curar.

  • Un hombre que había jurado no ser jamás como su padre y entre más se encontraba a sí mismo más se parecía a su padre.

  • Un niño que buscando un camino en la vida durmió en la calle hasta entender que no hay ningún camino.

  • Un huerfano negro que ingresó en la milicia para huir de la enfermedad de su madre y luego tuvo que matar a civiles en nombre de la misma enfermedad.

Todas esas personas tienen nombres, algunas han sido víctimas y otras victimarias, yo no soy quien para decir quien merece ser recordado, sólo sé que no recuerdo ningún nombre, tal vez de tanto amor... así los perdono.

CONI ROSMAN  / DÍPTICOS 

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Lo que llega

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Que no sea o las salteñas.

 

BOB DICKINSON AND ALICIA NUDLER / 

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